Nos cambiamos a otro pueblo cuando tenía unos siete años.Era un pequeño pueblecito de pescadores y con arrozales. Vivían familias con muchos niños.Lo pasábamos muy bien.Teníamos una barca y con ella íbamos por los canales de los arrozales.Cuando nos metíamos allí en el agua nos llenábamos las piernas de sanguijuelas pero esto no nos impedía que al día siguiente volviéramos.Jugábamos a todo lo que se puede jugar en la calle: Bólit,fútbol,escondite,comba,pelota,bici,cromos,canicas,.... y muchos juegos más. También teníamos la playa!!!Siempre tenía las rodillas rojas de Mercromina por mis caídas.¡¡No parábamos!!,especialmente en verano.Mis padres nos llamaban con una sirena cuando era hora de volver a casa.Mas adelante tuvieron que dejar de utilizar este método de llamarnos porque se confundía con la sirena de los bomberos.
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