Cuando me
casé, él era todavía estudiante y yo, aunque ya había
empezado a trabajar “no tenía ni un duro”.
Mi
madre hacía,en invierno, una sopa de verduras y carne que
se llamaba “potaje”.En
casa nos gustaba a todos mucho. Recuerdo que había carne,
acelgas,garbanzos y varias verduras más. Si, nos
gustaba MUCHO. Una vez vino de visita un primo mío para
pasar unos días con nosotros. Y....hubo potaje. Todos nos pusimos a
comer y de repente, al mirar el plato de mi primo ...nos pusimos a
reír. Como no le gustaban la mayoría de las verduras las había ido
apartando al borde del plato y parecía que la sopa tenía una corona
verde.¡¡Vaya!!Mi madre no repitió esta comida hasta que se fue mi
primo.
y tenía razón. Una vez si que me caí
mal y me disloqué …..o rompí un brazo.
¡¡¡¡¡Como dolía!!!!!El médico me dijo que
debía tenerlo quieto durante una o dos semanas. Pero...¡ que niño
tiene el brazo quieto tanto tiempo!Al final me lo tuvieron que
enyesar y ¡fue molestísimo!¡Que
a gusto me quedé cuando me quitaron el yeso!
Siempre
he tenido los pies grandes para mi altura. O por lo menos eso me ha
parecido. Recuerdo que de adolescente,cuando me compraban zapatos,yo
decía que un número más pequeño que el que realmente hubiera
necesitado me iba bien. Luego me apretaban.....¡pero me aguantaba!
Porque me gustaban así....y si me hubiera quejado después de haber
querido expresamente estos zapatos......¡se
hubiera armado una buena!
¡Como
cambia el tiempo!Cuando eramos pequeños , mi madre
tenia una lavadora en la que se tenia que poner el agua
dentro(calentada previamente) y luego se ponía en marcha .Cuando
estaba limpia, en la misma lavadora había un rodillo incorporado por
el que se pasaba la ropa para escurrirla. Aunque era una gran ventaja
respecto a lavar a mano, era bastante trabajo. La colada era una vez
a la semana. Ahora ,a veces , no valoramos suficiente la comodidad de
una lavadora(y a veces secadora)actual porque ya nos es totalmente
normal.
Con
diez-once años
me gustaba un niño que venía al pueblo algún fin
de semana y en las vacaciones. Los domingos me sentaba en el balcón
para ver si pasaba. Estaba rato y rato allí y a veces.......¡
para nada!.¡Que triste me
ponía!.
Todo
está en el estado mental.
Fin de Año.
¡¡Vaya!!Recuerdo uno cuando era jovencita en que decidimos,
mis hermanas y yo, pasarlo en una discoteca. La primera vez.......y
la última. ¿Porque?Porque fuimos allí y ya empezó a no ir tan
bien al ser yo de los poquisimos que no bebían alcohol. Al cabo de un rato ya
estaban un montón totalmente borrachos. Después vino el que nos
teníamos que poner gorritos y esas cosas …...que a mi tampoco me
hacía mucha gracia. Y a las doce unas uvas blandengues y malas que
no me las podía ni comer.”Una vez y no más como decía Santo
Tomás”(refrán)
