Una
vez, cuando estábamos de vacaciones en España nos pasó una
cosa......
Los
niños eran pequeños y teníamos también a Yeti, nuestro perro.
Siempre
desde casa de mis padres hacíamos una salida para visitar a mis
tías.
Fuimos
allí. Comimos con ellas y se alargó un poco porque hablando,
hablando, pasó el tiempo muy rápido. Después nos despedimos y de
vuelta a casa. A mitad de camino empezó a llover. Mucho. Mucho.
Cuando llegamos al pueblo y quisimos pasar por la carretera que
llevaba a la casa de mis padres ….no podíamos. Estaba inundada .
Lo intentamos pero lo único que conseguimos es que entrara agua en
el coche (era un poco viejecito). Probamos por otro sitio, pero lo
mismo. Con todo ya estaba totalmente oscuro, los niños tenían
hambre y estaban cansados y todos con los pies mojados. La única
alternativa era buscar un hotel donde pasar la noche. En este pueblo
solo habían dos. En el primero no nos aceptaron porque no querían
perros. En el segundo tuvimos suerte. Y allí nos quedamos. Primero
fuimos a comer...con un hambre!!!!Y luego a la cama con la ropa
húmeda que llevábamos puesta. Al día siguiente carretera libre. A
casita. Uff! y ni un día mas de lluvia en todas las vacaciones.
Con la ropa mojada, con ese disgusto tan grande, valientes por el mundo!!!! muchas anécdotas en los viajes ¿no es cierto?.
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