De
vez en cuando, mis padres invitaban al cura a comer
después de la misa.
Como he dicho una vez, mi madre
cocinaba estupendamente y cuando teníamos visita había de todo lo
bueno:aperitivos con langostinos, percebes, berberechos,.....primer
plato,......Pero el Señor cura,
la guarnición (patatas, arroz,verdura...)ni la tocaba. De
lo otro no sobraba nada.
¡¡Muy
ejemplar no era!!
Que tiempos aquellos!!!! y ahora veo que tanto invitar a aquella gente sin haber respondido adecuadamente... nadie ha sido agradecido. Un beso a todos y que Dios les tenga piedad!!!
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