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lunes, 29 de junio de 2015

Amor

Un hombre de cierta edad fue a una clínica para hacerse curar una herida de la mano.Tenía bastante prisa y ,mientras le curaba el médico le preguntó que era esto tan urgente que tenía que hacer.
El anciano le contestó que tenía que ir a una residencia de ancianos para desayunar con su mujer,que vivía allí. LLevaba algún tiempo en este lugar y tenía un Alzheimer muy adelantado.Mientras le acababa de curar la herida, el doctor le preguntó si ella se alarmaría en caso que el llegara tarde esta mañana.
No-ella no sabe quien soy.Hace ya casi cinco años que no me reconoce.
Entonces-preguntó el médico-si ya no sabe quien es usted, porque esta necesidad de estar con ella todas las mañanas?
El anciano sonrió y dijo:
Ella no sabe quien soy yo, pero yo todavía se muy bien quien es ella.


1 comentario:

  1. Tiene toda la razón, me interesan mucho estas historias porque nos recuerdan que dar es amar. No esperar del prójimo más que lo que nosotros ofrecemos. Un beso Nuri, esta historia merece un elogio.

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