Cuando
eramos pequeños en la playa, llevábamos biquini. Al
hacernos mas mayores(y como era la mayor empecé yo) mi madre nos
compró un bañador. Pero entonces los bañadores eran con funda de
plástico de mucha punta para el pecho. Recuerdo exactamente mi
primer bañador: azul oscuro y con unas armas puntiagudas como sujetador. No me
gustaba nada y siempre estaba agachada para que no sobresalieran
tanto o con los brazos cruzados.¡Que
vergüenza tenía!¡¡Bueno,
he de añadir que era una adolescente con algunos complejos en lo
relativo a mi físico!!¡que
le vamos a hacer!(Yo soy la que está atrás tocandose el pelo)
Pero que complejos más raros, lo que nos enseña la experiencia es que cada uno tiene una naturaleza y una naturalidad. Naturaleza que nos da la genética y naturalidad que nos da nuestra visión de nosotros mismos. A más problemáticas prongamos a nuestra visión , más enfrentamientos internos ponemos, y el resultado es el complejo que no nos damos cuenta, son causados por nuestros conflictos internos. Salgamos al mundo y veamos la naturalidad de las diferencias. Es precioso, ver unas chicas culonas o barrigonas y felices. Unas pechugonas y sin miedos, unas bajitas y contentas, unas feas presumidas y otras más de mil maneras .... sin complejos. Gritemos: no al complejo.
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