Un día se nos presentó delante de
nuestro jardín un perro. No era un perro normal. Era fuerte de
cuerpo, con una oreja hacia arriba y la otra hacia abajo, patas
cortas en proporción a su tamaño y lo mas raro ...un ojo azul casi
brillante. Impresionaba cuando te miraba con este ojo tan
azul....Mejor dicho daba un poco de algo así como.........
escalofríos. Parecía que nos sonriera e hicimos la falta de darle
algo de pienso de nuestro perro Yeti. Después de haber comido se
fue. Y al día siguiente....allí estaba otra vez. Pero no se
contentó en quedarse fuera de la valla, sino que intentó por todos
los medios de entrar. Y lo consiguió. Lo sacamos fuera una y otra
vez...pero no había manera. Nosotros no queríamos otro perro y a la
perrera no lo queríamos enviar porque sabíamos que nadie lo iba a
coger. Así que nos fuimos a pasear con el y con Yeti(que aunque
siempre quería jugar con otros perros a ese ni se le acercaba).
Intentámos que nos perdiera de vista y cuando creíamos que ya se
había ido....zas!aparecía delante nuestro. Uhhhhhhhh! Después de
andar y andar no se cuanto tiempo, lo logramos(con mala conciencia,
pero lo logramos)y que cosas....ya no vino nunca mas a nuestra
casa.¿A dónde iría? De verdad era un perro........muy especial.
Esperemos que encontrara un amo bueno!! hay que ver lo que saben los perritos, lo bien que se llevan con sus amos y lo cariñosos. Dicen que mejoran la atención, la soledad y el buen entendimiento con los demás.
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