Normalmente,
en las vacaciones de verano, íbamos (solo los niños), a casa de la
yaya y mis dos tías(una de ellas era la “cuentacuentos”).Tenían
una granja de pollos......y debíamos ayudar a recoger los
huevos,pesarlos y ponerlos en las hueveras según su tamaño. Algunas
gallinas estaban en jaulas y el quitarles los huevos era fácil, pero
otras iban sueltas y cada vez que alargabas la mano para coger
uno.....¡PICOTAZO!Tambien
,a veces teníamos que ayudar a pelar un pollo.¡No me gustaba
nada!.¡Me daba un poco de repelús!Pero luego igual nos lo comíamos
agustísimo.
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