Cuando
mi tía venía a casa a pasar una temporada nos encantaba. Por las
tardes se sentaba con nosotros y nos contaba cuentos. Todos los días.
Pero lo excepcional era que todos se los inventaba . Eran estupendos,
con muchas aventuras y tramas. Y lo mejor......al día siguiente
continuaban. Un cuento podía durar una semana entera sin que
perdiese su suspense. Mientras los contaba, cosía o hacía
punto.¡¡Creo, sin ninguna duda, que hubiera sido una excelente
escritora!!
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