Cuando
vivía en Alemania utilizaba mucho la bicicleta.
Era cuando mis hijos mayores ya iban con la suya y yo llevaba a las
otras dos en la mía. Tenía dos sillitas, una delante y otra detrás.
Así íbamos a la compra y a hacer recados. Hice unos músculos “que
pa qué”. Aunque una vez casi,CASI, nos pasa algo gordo. Perdí el
control de la bici y como a cámara lenta nos caímos las tres hacia
un lado. Por suerte hacia la acera y no hacia los coches. No
nos hicimos ni un rasguño,pero yo si que tuve un gran susto.
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