Estuvimos
de vacaciones en Ainsa (Huesca). Fuimos con nuestras
dos hijas menores. No conocíamos los Pirineos y fue precioso ver
estos paisajes. Alquilamos una casa en el mismo casco antiguo. Mis
hijas se hicieron amigas de una niña que vivía allí .Cada segundo
día salíamos por la mañana,con provisiones, y no volvíamos hasta
la tarde. Caminábamos mucho, pero a todos nos gustaba. Un día que
nos quedamos en el pueblo,volvieron de jugar con una caja de cartón
llena de gatitos recién nacidos que esta “amiga” les había
dado. Después de mucho negociar acordamos que solo los cuidaríamos
mientras estuviéramos allí y luego la niña se tendría que hacer
cargo. Y allí estábamos nosotros cada día dándoles, con una
cucharilla y con una jeringuilla, leche a las diminutas crías. En el
tiempo que las tuvimos no se murió ninguna
,por suerte.
En la foto veo al perro Yeti? Bien, que intensidad de vida, menos mal que los gatitos os tenían allí. Y con un aire tan sano nadie se pone enfermo.
ResponderEliminar