De
recién nacida me pusieron pendientes. Antes se hacía siempre y
alguna gente sigue con esta costumbre. A partir de cierta edad empecé
a tener alergia. Es igual si los pendientes eran de oro o de plata.
Me picaba el lóbulo de la oreja un montón, me lo rascaba y lo
dejaba en carne viva.
Me
quedó tal destrozo que en lugar de un agujerito tengo una raja.
¡Ya no llevo pendientes!..........¡basta con el sufrimiento!
¡Ya no llevo pendientes!..........¡basta con el sufrimiento!
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