A
mi maestro de primaria, Don Ricardo, le gustaba mucho el escritor
Quevedo. A veces nos leía cortos escritos de el. Algunos no me
gustaban nada....y se me han olvidado. Pero todavía me acuerdo de
una anécdota que se contaba de este escritor. Se ve que la reina de entonces era coja. . Unos amigos le retaron a decírselo a la cara. Y el, en una
ocasión que se encontró con ella le dio unas flores y le
dijo:”Entre un clavel y una rosa, su majestad “es-coja”.Y....ganó
la apuesta sin ofender a la reina.
¡De
que tonterías se acuerda uno!
Ahora pienso que a esa edad se aprende todo muy bien y profundamente en el cerebro, en la memoria. Muchas gracias por recordarla.
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