Mi
padre hacía las cosas a lo grande. Cuando era tiempo de
melones compraba todo un remolque de camión lleno. Así teníamos
todo el año melones. El problema era que para conservarlos los
ponían debajo de las camas. Después de cierto tiempo empezaban a
madurar y olía toda la habitación a melón. No era malo el
olor.....pero.......cansaba.
Ahora no como. Ya
no me gustan.
Son muy dulces, quitan la sed... come un trocito este verano! En buena compañía es una ocasión como un bombon.
ResponderEliminar