Mi
hija me contó hace unos dias algo muy tierno. En el hospital donde
trabaja esta ingresada una ancianita muy enferma de ochenta y ocho
años. Le acompaña su marido desde hace SETENTA años. Pequeño y
delgadito. Lo mas dulce. Le coge la mano y le habla suavemente.
También, de vez en cuando, hace el payaso para alegrar a su esposa
enferma. ¡Un camino tan largo recorrido juntos y con tanto amor!
Hay un misterio en la convivencia de dos personas, la relación fiel es la que más gozo da y fortalece el amor. Muchas veces ocurre que cuando uno de los esposos muere, al poco muere el otro.
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