Otra generación

Mi madre me dio una vez una libreta de cuando iba a las monjas.
  Un dictado que le hicieron me llamó mucho la atención. Voy a copiarlo palabra por palabra:

“Sabemos el aprecio que debemos tener a nuestros libros,amándolos y cuidándolos cual si fuesen nuestros mejores amigos. Mas, no todos los libros son buenos;los hay que más les valiera no haber existido pues son el veneno de la juventud, el error de las inteligencias y el desvío de los corazones. Es preciso tener sumo cuidado en los libros que caen en vuestras manos porque creyendo que es algo bueno no bebamos el veneno que sus páginas encierran.”

¡Que manipulación!¡pobres alumnos!.

Además tenia caligrafía. Unas de las frases que debía copiar eran :

“Acuérdate que hay un Dios que te ve siempre,siempre. Y que después de tu muerte de El no te escaparás. Y te juzgará de todo lo bueno y malo que hicieras. Y te dará el premio del Cielo o te arrojará al Infierno según tus obras. Puedes escoger.”

¡Que miedo!¡Para dar pesadillas!